¡Hola querida lectora!
Escribí poco últimamente.
Es que estoy como en una nube.
Vengo viviendo un mes super especial.
De permiso. De disfrute.
Hice manualidades, usé mucho mis manos, me ensucié, me manché, me corté, ¡hasta el esmaltado semi se me salió, de tanto usar las manos!
Estuve en el barro.
Pero lo disfruté un montón.
Tanto, que salí muy poco de mi casa las últimas semanas.
La culpa de trabajar de lo que te gusta
Lo que pasó fue que me di permiso de disfrutar mucho de mi trabajo.
No sé si tuviste la suerte de trabajar de algo que te gustara mucho.
¡Pero te lo recomiendo!
Yo no siempre lo disfruté. Es más, me costó.
Sentía culpa.
Me sentía mal de estar disfrutando mientras otros sufrían.
Como si me estuviera aprovechando o sacando ventaja.
Pero hoy, doy gracias de poder estar horas y horas haciendo lo que me gusta.
Volví a trasnochar, que no lo recomiendo, pero que es la primera señal de que estoy tan compenetrada en lo que hago que no quiero frenar.
Delegar no siempre es la solución
¡Las veces que quise contratar a alguien que hiciera los moldes de mis carteras para acelerar el trabajo!
Hoy me alegro mucho de no haberlo hecho.
Imagino las conexiones neuronales que suceden en mi cerebro cuando estoy creando algo desde cero.
Cada molde tiene que encajar a la perfección con otro molde.
Las dimensiones, los espesores, las distancias, la flexibilidad.
Se tienen en cuenta muchos factores.
Hacer una cartera es como armar un rompecabezas, pero donde yo también tengo que saber crear y darle forma a cada pieza de ese rompecabezas.
Al final, poder diseñar la cartera, crear los moldes y coserla yo misma, resultó ser mi trabajo ideal.
Fabricar este modelo de cartera me gusta mucho.
Está hecho a mi medida.
La creé para ustedes, pensando en que fuera bella, funcional, y de calidad.
Pero a la vez, la pensé para que me resultara placentero confeccionarla.
Así que acá estoy, fabricando sin parar. Medio ermitaña, medio chinchuda cuando tengo que soltar mis herramientas jaja (debo admitirlo, algunos días estoy tan enfocada que me hablan y les ladro).
¡Pero feliz!
En otro artículo te cuento cómo llegué a tener un trabajo del que disfruto tanto.
Ahora me voy a terminar unas carteras, que la semana que viene empiezan a viajar hacia sus dueñas.
P.D: Sigo sin ofrecer oficialmente esta cartera, sólo por falta de tiempo, primero debo atender a mis clientas y sus pedidos. Pero si leés esto y querés tener una cartera funcional, elegante y distinta entonces descargá mi guía gratuita “Cómo elegir la cartera perfecta para vos”. Para eso:
1- Hacé clic en el botón más abajo para descargar la guía gratuita.
2- Completá tus datos, confirmá tu mail y recibí la guía. Con la guía también tendrás acceso a mi mail para pedirme información sobre este nuevo modelo de cartera.