Estaba hablando con una mujer sobre diseñar juntas su nueva cartera de cuero.
Lo primero que ella necesitaba llevar en su cartera era su notebook. Su herramienta de trabajo más importante.
Bueno, la de casi todo el mundo.
Además tenía que llevar en su cartera: una carpeta con papeles importantes, maquillaje, anteojos de sol, anteojos de ver, dos teléfonos celulares, las llaves de su casa, las de la oficina, la tarjeta de ingreso y más.
¿Casi nada no?
Ella no tenía tiempo para estar todas las mañanas en su casa intentando armar el tetris perfecto dentro de su cartera, ni tampoco tenía el lugar para que todo le entrara.
Se sentía frustrada.
Y fue ahí, hablando de todo lo que tenía que llevar a su trabajo, que me soltó esta frase:
No quiero parecer un ekeko
Me dio mucha risa.
Ekeko.
Es una palabra que no escuchaba hace tiempo.
Me la dijo mi abuelo alguna vez.
Se lo conté a Pato, mi esposo, y me miró extrañado:
¿Qué es un ekeko? – me preguntó.
Se lo hice googlear, vio las imágenes y entendió todo.
El ekeko es un símbolo de la abundancia representado por un simpático muñequito.
Este muñequito va cargado de bultos que cuelgan de sus ropas, casi como un vendedor ambulante.
La mujer que me dijo la frase me contó que como no encontraba una cartera de cuero donde llevar sus cosas del trabajo andaba para todos lados con bolsas colgando del hombro.
Y con otras cosas bajo el brazo, también.
Ella es contadora y trabaja en un departamento de finanzas para una multinacional.
No sé qué pensás vos, pero yo no veo compatible el look “ekeko” con el que se necesita para ir a una oficina de finanzas.
Aclaro que no tengo nada contra el querido señor ekeko pero no me fascina su look. Y ella necesitaba una cartera que le diera otro tipo de looks, de esos que sí fascinan.
Si no te gusta el look vendedor ambulante
Ella me aclaró que detestaba cargar con bolsas y llegar a la oficina de esa manera. Me contó que notaba que sus colegas no la tomaban tan en serio al verla llegar así.
Yo quería ayudarla.
Entonces le dije:
“Tengo la solución a tu problema”
¿Cuál es esa solución?
Diseñé un sistema para conseguir de forma simple y personalizada, una cartera práctica y funcional para el trabajo, que acompañe tu look y que a la vez te haga sentir segura y elegante.
Para crear Deira pasé años probando lo que funcionaba. Y aún más importante, probando lo que NO funcionaba.
¿Y cómo llegó esta mujer a diseñar su cartera conmigo?
Lo primero que hizo fue conocer los consejos más importantes para elegir su cartera perfecta y si vos querés lograr lo mismo, entonces:
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